Visión de A.A Allen: Juicio sobre la Nación

“Delante de él consume el fuego, y detrás de él abrasa la llama. Como el huerto del Edén es la tierra delante de él; y detrás de él, un desierto desolado, y de él nada escapa.” Joel 2:3

De repente el silencio fue roto por los gritos de las sirenas. Las sirenas parecían gritar, ¡corran por sus vidas! Nunca antes había oído el grito de tal modo las sirenas. Parecían estar en todas partes, al Norte, Sur, Oriente, y Occidente.

Al parecer había una multitud de sirenas. Y cuando miré vi a gente en todas partes huyendo. Pero parecía que ninguno de ellos corría más que unos pasos, y luego cayeron. Y así como yo había visto la Estatua luchando para recuperar su equilibrio y cayendo, finalmente hasta morir con su rostro en tierra. Ahora veía millones de personas que caen en las calles y en las aceras luchando.

Oí sus gritos de misericordia y ayuda. Oí su tos horrible, como si sus pulmones fueron cocinados con fuego. He oído los gemidos y gemidos de los heridos de muerte y los moribundos.

Mientras observaba, unos pocos llegaron a refugios y por encima de los gritos y gemidos oí estas palabras:

"31 Ha llegado el estruendo hasta el fin de la tierra, porque el SEÑOR tiene un pleito contra las naciones; entra en juicio contra toda carne; a los impíos, los entrega a la espada"--declara el SEÑOR. 32 Así dice el SEÑOR de los ejércitos: He aquí, el mal va de nación en nación, y una gran tempestad se levanta de los confines de la tierra. 33 Y los muertos por el SEÑOR en aquel día estarán desde un extremo de la tierra hasta el otro. No los llorarán, ni los recogerán, ni los sepultarán; serán como estiércol sobre la faz de la tierra.” Jeremías 25

De pronto vi desde el Atlántico, del Pacífico, y hacia fuera del Golfo objetos como cohetes que parecían venir como los peces saltando fuera del agua. Alto en el aire, ellos andaban saltando. Cada una dirigida en una dirección diferente, pero cada uno a los EE.UU. Sobre el terreno, las sirenas gritaron más fuerte. Y desde el suelo vi cohetes similares comienzan a ascender.

Para mí, al parecer eran cohetes interceptores a pesar de que surgieron desde distintos puntos en todo los EE.UU. Sin embargo, ninguno de ellos parecía tener éxito en interceptar los cohetes que se habían levantado desde el océano por todas partes.

Estos cohetes finalmente llegaron a su altura máxima, poco a poco la vuelta y volvían a caer hacia la tierra en derrota. De repente, los cohetes que había saltado fuera del océano como peces explotaron todos a la vez. La explosión fue ensordecedora. Lo siguiente que vi fue una enorme bola de fuego.

Lo único que he visto que se parecía a lo que vi en mi visión fue la imagen de la explosión de la bomba atómica en el Pacífico. En mi visión, era tan real que me parecía sentir un calor abrasador de la misma. Como la extensión de la visión ante mis ojos, yo veía la desolación generalizada provocada por las explosiones terribles.

No pude evitar pensar: "Si bien los defensores de nuestra nación han discutido sobre los medios de defensa para usar, y han descuidado el único medio verdadero de defensa: la fe y la dependencia en el Dios vivo y verdadero. Lo que ella más le temía, es lo que le ha sucedido a ella.

¿Qué tan cierto es que ha demostrado?
Si el Señor no custodia la ciudad, El vigilante se desvela en vano. Salmo 127

Luego, cuando el ruido de la batalla disminuido, a mis oídos la leva esta cita de Joel, el segundo capítulo:

Joel 2
“1 Tocad trompeta en Sion, y sonad alarma en mi santo monte. Tiemblen todos los habitantes de la tierra, porque viene el día del SEÑOR, porque está cercano; 2 día de tinieblas y lobreguez, día nublado y de densa oscuridad. Como la aurora sobre los montes, se extiende un pueblo grande y poderoso; nunca ha habido nada semejante a él, ni tampoco lo habrá después por años de muchas generaciones. 3 Delante de él consume el fuego, y detrás de él abrasa la llama. Como el huerto del Edén es la tierra delante de él; y detrás de él, un desierto desolado, y de él nada escapa.”

Fin de la Visión Allen A

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