lunes, 28 de marzo de 2011

La Sangre del Cordero y la Palabra de su Testimonio


En estos tiempos tan difíciles ¿cuál es el corazón vencedor que necesitaran los creyentes de esta época? Apocalispsis bien lo dice cuando expresa:

Apocalipsis 12:11 11 Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte. Este es un tiempo que probara el metal de tu corazón y si tienes lo que necesitas para ser vencedor. El ejemplo de estos misioneros del siglo 18 nos muestra ese amor ese compromiso esa pasión, lo tendrás tu?


EL LLAMAMIENTO EJEMPLAR DE LOS MISIONEROS MORAVOS

La famosa historia que ha inspirado a muchos en el movimiento misionero durante los últimos 250 años ocurrió en diciembre de 1732, cuando Leonard Dober y David Nitschmann (ambos de poco más de veinte años de edad) fueron enviados como los primeros dos misioneros moravos.

Partieron de Herrnhut, Alemania, para la Isla de Santo Tomás en las Indias Occidentales. Se vendieron a sí mismos como esclavos para alcanzar los 3,000 esclavos que trabajaban en las plantaciones de caña de azúcar, propiedad de un terrateniente ateo que había jurado que nunca permitiría que el cristianismo fuera introducido en su propiedad.

Sus familias, sabiendo que nunca más volverían a verlos, lloraron desconsoladas y les preguntaron por qué tenían que ir mientras ellos partían de Hamburgo para navegar a través del Mar del Norte.

Uno de ellos pronunció en alta voz lo que ha venido a ser el llamamiento por excelencia de todos los misioneros moravos: «Para que el Cordero que fue inmolado. reciba la recompensa por Su sufrimiento». Durante los siguientes 150 años, los moravos enviaron 2,000 misioneros a las áreas descuidadas del mundo.

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