Tanto el gobierno Japonés como la compañía de Tepco han hecho esfuerzos titánicos por no informar de la realidad al público sobre la crisis de Fukusima. Esta, lejos de estar bajo control, sigue en una crisis mayor. A pesar de que afuera de la zona de exclusión se está registrando altos niveles de radiación. Se le permitió a los residentes de la zona entrar por un tiempo limitado para revisar sus propiedades.
Aun en pueblos cercanos a esta zona se ha encontrado aguas negras con alto nivel de radiación. El gobierno por primera vez desde que empezó la crisis entró al reactor 1 para tener que salir. Debido a que la radiación era demasiado alta para poder trabajar.
Empleados que estaban por 10 minutos recibían la cantidad permitida de radiación para toda una vida. Añadiendo a esta situación es que se ha observado que la estructura física del reactor 4 se está inclinando. Dando a entender que pudiera colapsar y así derramar en la piscina principal del más grande de los reactores. Donde tienen varas radioactivas de 3 o 4 plantas por tierra. Esto causaría otro desastre adicional.
El gobierno intenta reforzar la estructura para evitar este escenario. El “modos operan-di” de los gobiernos ha sido la falta de información y tratar de llevar esta crisis a las paginas de la historia y del olvido. La realidad es que este desastre y sus efectos no han de desaparecer por arte de magia. Como los que los medios quisiera hacernos creer.
Los efectos sobre la salud y el planeta no serán por décadas sino por siglos. Lo que tú no sabes es que te puede matar. Tenemos que estar informados y preparados para protegernos de los estragos del peor desastre hecho por el hombre en la historia de la humanidad. Seamos sobrios.
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