Héctor Sepúlveda
El conteo regresivo al Armagedón financiero sigue su curso debido a que aun no hay un acuerdo. Gritos y amenazas son la orden del día y pronósticos de crisis son más apocalípticos que escuchar a un profeta del Antiguo Testamento.
Síndrome de Ezequias
Ezequias fue un rey de Israel que fue afligido con una enfermedad incurable. Ante esta realidad él se humilló y Dios tuvo misericordia extendiendo la vida por 15 años adicionales. Luego de esto el rey aceptó la visita de una delegación de Babilonia y neciamente les enseñó todas las riquezas a los representantes de este gobierno extranjero. El Señor le dijo esto en 2Reyes 20 a esta torpeza:
17 He aquí vienen días en que todo lo que está en tu casa, y todo lo que tus padres han atesorado hasta hoy, será llevado a Babilonia, sin quedar nada, dijo Jehová.
18 Y de tus hijos que saldrán de ti, que habrás engendrado, tomarán, y serán eunucos en el palacio del rey de Babilonia.
La reacción no era de espanto y de volver a humillarse por el mal futuro de sus hijos y su nación lo que dijo fue esto:
19 Entonces Ezequías dijo a Isaías: La palabra de Jehová que has hablado, es buena. Después dijo: Habrá al menos paz y seguridad en mis días.
En otras palabras, ok por lo menos la pasaré bien en mis días y no veré el mal venir. Y es el mismo mal que tiene nuestros gobernantes. Mantener es estatus quo un tiempo más y que arregle el que venga detrás. Aumentar la capacidad de endeudarnos no resuelve el problema, es posterga lo inevitable.
0 comentarios:
Publicar un comentario