En una revista de “National Geografic” el presidente de la compañía Monsanto dijo que el objetivo principal de su compañía era la "reingeniería del planeta". La contaminación de nuestra Biosfera que es orquestada por estas compañías corporativas encontró un escollo.
Una súper plaga que es resistente a los cultivos modificados genéticamente es la respuesta de Dios. Para los que piensan que pueden hacer las cosas mejores y más efectivas que nuestro creador. Como bien dijo Jesús: “si estos días no fueran acortados no sobreviviría carne”.
Seamos sobrios
By Andrew Nusca | September 12, 2011, 8:33 AM PDT
El desafío con antibióticos, como cualquier científico de compañía farmacéutica le dirá, es que los científicos no pueden inventar lo suficientemente rápido como para mantenerse al día con la capacidad de la naturaleza para desarrollar resistencia a ellos.
Es la evolución, y la madre naturaleza esta mostrando a la humanidad quien realmente manda en esta ciudad. Así que cuando Monsanto, el gigante químico más conocido para el desarrollo de alimentos genéticamente modificados, en un intento de burlar a los rivales perennes de los agricultores, las malas hierbas y plagas, decidió seguir adelante con sus productos, sin duda tuvo que habérseles ocurrido que tal vez la naturaleza tomaría represalias.
Eso es una mala noticia para los agricultores, que no renovaron un seguro para cuando los productos se perdieran en la cosecha. También es malo para Monsanto, ver su flujo de ingresos secarse como se secan más rápido que una mazorca de maíz dulce en una sequía.
Además, hay el factor de la reputación: cuando ciertas especies de plagas destruyen un cultivo que dicen que ha sido diseñado para resistir. Es un cantazo en contra de la industria de la biotecnología que no puede ser fácilmente arreglada.
Pero ese es el nombre del juego. The Wall Street Journal señaló a principios de este mes que el maíz de Monsanto, inteligente, a falta de un término mejor, esta cayendo ante los gusanos de la raíz que se supone que sea capaz de resistir, gracias a los genes mezclada con el insecticida bacteriano BT ("Bacillus thuringiensis" ).
¿Cuál es el problema? Más del 65 por ciento de los campos de maíz de Estados Unidos se componen de maíz de Monsanto. Para la industria de la agricultura, que es un mal presagio. Pero a medida que el problema, que era de esperarse se propagara a través del medio oeste americano, y la investigación confirma las observaciones. Monsanto se está jugando con una cara de póquer, negando lo que los agricultores están viendo, que es un producto inefectivo.
Seamos sobrios
By Andrew Nusca | September 12, 2011, 8:33 AM PDT
El desafío con antibióticos, como cualquier científico de compañía farmacéutica le dirá, es que los científicos no pueden inventar lo suficientemente rápido como para mantenerse al día con la capacidad de la naturaleza para desarrollar resistencia a ellos.
Es la evolución, y la madre naturaleza esta mostrando a la humanidad quien realmente manda en esta ciudad. Así que cuando Monsanto, el gigante químico más conocido para el desarrollo de alimentos genéticamente modificados, en un intento de burlar a los rivales perennes de los agricultores, las malas hierbas y plagas, decidió seguir adelante con sus productos, sin duda tuvo que habérseles ocurrido que tal vez la naturaleza tomaría represalias.
Eso es una mala noticia para los agricultores, que no renovaron un seguro para cuando los productos se perdieran en la cosecha. También es malo para Monsanto, ver su flujo de ingresos secarse como se secan más rápido que una mazorca de maíz dulce en una sequía.
Además, hay el factor de la reputación: cuando ciertas especies de plagas destruyen un cultivo que dicen que ha sido diseñado para resistir. Es un cantazo en contra de la industria de la biotecnología que no puede ser fácilmente arreglada.
Pero ese es el nombre del juego. The Wall Street Journal señaló a principios de este mes que el maíz de Monsanto, inteligente, a falta de un término mejor, esta cayendo ante los gusanos de la raíz que se supone que sea capaz de resistir, gracias a los genes mezclada con el insecticida bacteriano BT ("Bacillus thuringiensis" ).
¿Cuál es el problema? Más del 65 por ciento de los campos de maíz de Estados Unidos se componen de maíz de Monsanto. Para la industria de la agricultura, que es un mal presagio. Pero a medida que el problema, que era de esperarse se propagara a través del medio oeste americano, y la investigación confirma las observaciones. Monsanto se está jugando con una cara de póquer, negando lo que los agricultores están viendo, que es un producto inefectivo.
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