Desde La Azotea
26 de octubre 2012
Seamos Sobrios
En agosto del 2007 estaba yo en un momento de transición. Dios me estaba moviendo de mi Iglesia de 28 años a otra etapa de mi vida. Una noche Dios me levantó ante una lucha espiritual con poderes satánicos, y luego de la victoria de Dios sobre estas influencias Dios, Él me habló claramente.
Me dijo que me hablaría al otro día en el culto de la iglesia que visitaría. Me dijo que buscara gente de oración que intercediera por mi familia. Porque se iba a librar una batalla campal por nuestras vidas, y que el enemigo quería destruirnos. En ese momento no tenía ni idea lo profético que serían estas palabras, y como se cumpliría en los meses y años subsiguientes.
En noviembre de ese año, regresando de la casa de mi suegra, tuvimos problemas con nuestro vehículo. De tal manera que se encendió en llamas y nos salvamos de milagro. A dos horas de distancia de nuestro hogar, a las 9 de la noche, quedamos solamente con un celular y 6 dólares en el bolsillo. Dios proveyó y llegamos a casa esa noche, pero allí empezaría una batalla que ha durado hasta el día de hoy.
Dios nos Sostuvo
Dios nos Sostuvo
Muchas cosas han pasado, pero quería darles el último testimonio de la fidelidad de Dios. En marzo de este año sentí una masa en mi pecho. Esto me estuvo tan raro que fui rápidamente al médico. El diagnóstico inicial del sono mamo-grama fue sospechoso y recomendó una biopsia.
Fui a un cirujano que me dijo que tenía que sacar el tumor, pero que no me preocupara porque no era nada. Dos semanas después de la operación que extrajo la masa y llegaron los resultados. Era un Linfoma Anaplastico de célula grande ALK negativo en proceso de metástasis. Este tumor es uno de los más agresivos y raros. Tiene un porciento de sobre vivencia en 5 años de entre un 15 a 45%.
No eran noticias muy buenas. En esos momentos se levantó un ejército de oración de muchas iglesias y familias, más de lo que pude imaginar. El amor manifiesto era tan grande que aun ante esta amenaza existencial jamás me sentí solo. Teníamos una familia e iglesia apoyándome, y a mi familia en cada momento. Dios nos habló y nos dejó saber que el enemigo quería zarandearnos y estremecer nuestra fe. Pero Dios nos sostuvo y nos mantuvo de pie en medio de esta situación.
En el día de ayer fui a mi oncólogo y recibí los resultados del pet scan. Es un análisis nuclear de cáncer más profundo y salió completamente negativo y sin rastro de cáncer. Cosa que dejó a mi médico rasgando su cabeza tratando de hacer sentido del diagnóstico del tumor con un cuadro clínico de un hombre saludable.
Él va a hacer más análisis para tratar de entenderlo y yo lo haré para seguir confirmando el milagro que Dios ha hecho en mí. El enemigo ha querido pararnos y creo que lo que ha causado es afirmar nuestra fe y fortalecer nuestra determinación en hacer su voluntad. Dios es fiel hermanos y tendrás a este atalaya un tiempo más desde la azotea. Seamos Sobrios.
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