La situación esta tornándose crítica, es tiempo de actuar. Ayer se reportó en el Nuevo Día de los disturbios de la pequeña isla de Guadalupe, donde por varias semanas se ha llevado protestas pacificas por el alza en el costo de vida. Esta isla y otras posesiones francesas han estado haciendo lo mismo. Ayer se reporto que las protestas se habían tornado violentas debido a que no habido cambio alguno en esta situación. Los mismos problemas que se han visto en países como Grecia han llegado a nuestro patio. Ayer en la tarde en una conferencia de prensa dado a todo el país "Standard and Poors" anunciaron la necesidad de despidos en el gobierno para no dañar el crédito del país. Puerto Rico aun no ha podido vender los bonos que tiene para recaudar los 5 mil millones que aprobó la legislatura. En la entrevista de ayer el gobernador hizo expresiones que nos deben preocupar a todos. Habló de 64,000 empleados públicos que desde el 2000 habían sido contratado "irresponsablemente" por los gobiernos anteriores. Lo que llevaría a uno a pensar que son los empleados que están en la mirilla para ser despedidos. Como diríamos los cristianos en el argot nuestro "la escritura esta en la pared". El gobierno está en una situación imposible y para conseguir el crédito que necesita vendrán los despidos y todas las consecuencias que vienen con ella. Aquí en la UPR se esta hablando de reducción de jornada laboral y adiós a los aumentos. Doral bank esta semana botó 150 empleados citando una reducción en el mercado hipotecario de 60%. Lo había dicho en otros artículos, pero el tiempo ha llegado: nuestros estilos de vida van a tener que cambiar y como iglesia vamos a tener que enrollar las mangas y ayudar a los necesitados que van a ser muchos más de los que nunca hemos visto. En esta crisis la iglesia que sirve con amor y sacrificio al pueblo brillara con una luz poderosa, y estará en la posición de anunciar el poderoso evangelio a corazones hambrientos. Que estremecidos por la situación verán las cosas que realmente son importantes. Iglesia de Dios es tiempo de hacer planes de contingencia ante una emergencia nacional. A orar, ayunar, y especialmente a actuar. Seamos sal y luz de la tierra.
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