Es increíble que un cristiano en esta época se haga esta pregunta. Pero lo cierto es que todos en un momento dado u otro nos ha pasado como le pasó al salmista. Tenemos envidia de los impíos viendo como prosperan y desearíamos no tener tantos problemas y vernos tan felices como los son ellos. Decimos como decía el salmista:
3 Porque tuve envidia de los arrogantes, Viendo la prosperidad de los impíos.
4 Porque no tienen congojas por su muerte, Pues su vigor está entero.
5 No pasan trabajos como los otros mortales, Ni son azotados como los demás hombres.
Es más, no nos atrevemos a decir la verdad por que vemos a las personas más exitosas que nosotros con menos problemas que nosotros. Pensamos bien dentro de nosotros que ellos no necesitan a Dios como nosotros lo necesitamos. Negando así la salvación a gente necesitada.
En el culto de mi Iglesia la semana pasada me tocó predicar y durante el devocional Dios habló a mi corazón y me dijo: “Diles a ellos que nadie esta mejor fuera de Cristo que en Cristo. Por más riquezas que tengan, aunque tengan menos problemas que tú, tú has llegado a puerto seguro, a tabla de salvación en medio de este siglo caótico y perverso.”
15 Si dijera yo: Hablaré como ellos, He aquí, a la generación de tus hijos engañaría.
16 Cuando pensé para saber esto, Fue duro trabajo para mí,
17 Hasta que entrando en el santuario de Dios, Comprendí el fin de ellos.
18 Ciertamente los has puesto en deslizaderos; En asolamientos los harás caer.
Nada más con el testigo. En medio de esta generación que está por terminar con guerras y rumores de guerra, y tanta incertidumbre. Sólo hay una roca segura de salvación: Cristo Jesús.
0 comentarios:
Publicar un comentario